Escritora de thriller y misterio. Bilbao, 1978.

L. M. Perona empezó su carrera literaria con siete años, escribiendo en la mesa de centro del salón, sentada en un cojín en el suelo. Su primer cuento, “La muñeca bailarina”, ocupaba una página entera de un cuaderno y fue un rotundo éxito de público y crítica (sus compañeros de 2º de EGB y su maestra Benilde, respectivamente).

Aunque nunca dejó de escribir, la vida la llevó por otros derroteros, y después de crecer un poco (no mucho), estudió periodismo y programación. Trabajó de auxiliar de museo, promotora de eventos… y dependienta de El Corte Inglés (jura que no le quedó ninguna secuela), antes de pasarse un montón de años trabajando como desarrolladora de software (de ahí sí le quedaron secuelas, entre ellas ser capaz de ver The It Crowd en loop).

Después de unos años creando portadas para los libros de otros autores, se decidió a hacer las suyas propias. Y, de paso, a escribir lo que va entre tapa y tapa.

Se mudó a Londres en 2012, justo después de las Olimpiadas (y antes del Brexit). Más de diez años fuera de España la han convertido en una experta en qué equipaje de mano se puede llevar en cada aerolínea, y en meter medio mundo en una maleta de cabina.

Tras cuatro años viviendo en Londres, se mudó a Kent, el jardín de Inglaterra. Actualmente vive en Tunbridge Wells, no muy lejos de la aldea inglesa que inspiró la trilogía de Bishops Corner.

Su primer libro publicado fue una recopilación de historias muy cortas (flash fiction), “El tiempo que nos sobre y otras ficciones”. En 2022 vio la luz la trilogía de Bishops Corner, y después de esas tres novelas vendrán muchas más, de detectives, aventuras y misterios.